En España,
una de cada
tres personas
jóvenes es pobre

La situación de las personas jóvenes a nivel mundial es alarmantemente precaria. A diario enfrentamos situaciones de violencia, discriminación social e institucional, precariedad laboral y dificultad de acceso a la vivienda. Somos víctimas de sistemas educativos fallidos, las políticas de protección social son insuficientes y eso, a menudo, nos obliga a llevar a cabo migraciones forzadas.

Más de 100 millones de jóvenes viven en extrema pobreza en todo el mundo. En España, una de cada tres personas jóvenes es pobre, siendo el país de la UE donde más ha aumentado la pobreza juvenil desde 2007.

Millenials y Generación Z son las generaciones que peores perspectivas económicas tienen de los últimos 60 años

Las personas entre 16 y 29 años hemos crecido en un contexto marcado por la incertidumbre y la vulnerabilidad, condición que nos dificulta construir un proyecto de vida estable.

Sufrimos precariedad laboral provocada por la no deseada temporalidad y parcialidad del mercado español.
Experimentamos dificultades en el acceso a la vivienda, por culpa de un mercado que la entiende como mercancía y no como un derecho.
Nos formamos en un sistema educativo que ha perdido su función de ascensor social y que carga con altas tasas de abandono prematuro de los estudios.

La situación de los jóvenes en los últimos años

No nos podemos emancipar

Las personas jóvenes tienen 3 veces más contratos temporales que la población adulta

Un 38% de los menores de 24 años quieren trabajar pero no encuentran empleo

La tasa de emancipación
juvenil es del 21%

Todas estas barreras impactan negativamente en nuestra trayectoria vital y en nuestro estado emocional. Y esta situación se agrava especialmente en el caso de jóvenes LGTBIQ+, con diversidad funcional, racializadas, migradas, y de clase socioeconómica empobrecida.

¿Vamos a conformarnos o vamos a hacer algo?

LO TENEMOS CLARO

Ariadna tiene clara su vocación pero reconoce que su futuro es incierto

Josefina necesita renovar sus papeles de residencia y no puede permitirse el desempleo

Para Albi, sufrir discriminación institucional ha sido una de las peores experiencias de su vida

A los 18 años, David dejó su pueblo para encontrar nuevas oportunidades

Pau cree que todavía falta trabajo para que las universidades sean realmente accesibles para las personas con discapacidad

Conoce las
propuestas de las
entidades
juveniles

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